Puede que tus clientes hayan confundido menú y carta en alguna ocasión. Sin embargo, eso no es excusa para que tú también lo hagas. Así que, antes de entrar en los tipos de menú, pondremos el foco en las diferencias entre carta y menú.
La carta es el conjunto de todos los platos que ofrece un bar o restaurante. En ella, se exponen toda la variedad de alternativas para comer o beber en un establecimiento gastronómico, junto con los precios de cada una de ellas. Hoy en día, podemos encontrar dos tipos de carta de restaurante: carta en formato físico y carta digital mediante código QR.
El menú hace referencia a un breve listado de platos que componen una comida y serán consumidos por el comensal en el restaurante. Dependiendo de su tipología, podrán ser más personalizables, extensos, variados, etc. Ahora solo nos queda poner nombre a los trece tipos de menús que existen.
Se trata de uno de los modelos más popularizados ya que es una de las alternativas más asequibles y nacionalmente extendidas. Cuenta con platos que varían a diario según la adquisición de los productos. En general, están compuestos por cuatro opciones de platos con pocos ingredientes. Una fórmula muy utilizada para maximizar la rentabilidad con el menú diario es poner en práctica el Menú Engineering.
Este modelo de menú es una excelente opción para impactar en un público con un nivel económico medio-bajo. Por su variedad, te permitirá fidelizar a aquellos clientes que comen fuera de casa y optan por una dieta equilibrada.
Menú gastronómico
Tipo de menú compuesto por la diversidad de platos de una zona geográfica o preparados con un mismo ingrediente. Se utiliza muy a menudo para ensalzar la cocina tradicional de un lugar en zonas de turistas. Por tanto, si estás ubicado en el casco histórico de una localidad en la que destaque un producto o ingrediente, contar con un menú gastronómico puede ser una buena opción para homenajearlo y alcanzar a ese público potencial.
Menú degustación
Este tipo de menú está formado por un circuito cerrado con los platos estrella dentro del restaurante. Su degustación conforma una experiencia gastronómica que servirá de reclamo para tus clientes más foodies.
Creaciones originales de la casa en medianas raciones y con un precio que suele ser elevado. El menú degustación es una opción idónea para los restaurantes vanguardistas y con clientes de una clase social media-alta
Menú fijo
Este tipo de menú está compuesto por una selección de platos que se sirven todos los días del año, sin modificaciones en los precios o elaboraciones. Una modalidad muy utilizada por su sencillez e idónea para los negocios en los que no se quieren invertir esfuerzos en la variación del menú. Además, esto te permite contar con un menú digital sin la necesidad de cambiarlo diariamente.
Menú cerrado
Se trata de una variación del menú fijo, pero que solo cuenta con una selección de platos corta y precisa. El menú cerrado es una opción muy utilizada en restaurantes de reciente apertura. Si acabas de abrir tu negocio, el menú cerrado te ayudará a conocer el éxito de tus platos entre los clientes.
Menú ejecutivo
Esta alternativa está dirigida a los empresarios o trabajadores que comen esporádicamente fuera de casa. Tiene más variedad y calidad que el menú diario y, por tanto, su precio es más elevado. Recomendamos este tipo de menú para los restaurantes que se encuentran en una zona de oficinas y presentan con un estilo elegante.
Menú concertado
En este tipo de menú, el cliente te contacta con anterioridad para definir los platos que formarán el repertorio y cerrar un precio por comensal. Se trata de una opción frecuente en la organización de eventos o fechas especiales. Un ejemplo son las cenas de empresas en Navidad y puede convivir con otro tipo de menú durante el resto del año.
En el menú completo, los comensales deberán elegir dos platos entre una selección de cuatro o más. Su elección será acompañada de ensalada, bebida y servicio de pan. Por otra parte, en el menú sencillo, solo podrán elegir un plato, pero tendrá el mismo acompañamiento.
Ambos son ejemplos de menús más frecuentes en entornos rurales y restaurantes de larga trayectoria arraigos a la tradición. Sirven la ensalada para que el cliente no tenga la sensación de espera mientras se preparan el resto de los platos.
Menú para llevar
Consiste en un tipo de menú elaborado para prestar el servicio take away o delivery. Este servicio se ha popularizado en los últimos años y puede ser una alternativa complementaria a otro menú. En este caso, lo fundamental será contar con envases aptos para los platos, así como con un software de delivery & take away que te permita gestionar los pedidos de forma sencilla y rápida.
Menú Cíclico
Está formado por un listado de platos que van cambiando con el paso de las estaciones. Así que, si tu negocio cuenta con una filosofía sostenible y trabajas con proveedores locales o de kilometro 0, es una excelente opción para poner en valor la cocina de mercado y producto de proximidad.
Menú de platos sueltos y bebidas
Se trata de un tipo de menú sin precio fijo. Cada plato o bebida se presenta con un coste individual y el comensal es el responsable de confeccionarlo en función de sus necesidades. Este tipo de menú cubre las mismas necesidades que la carta de tu restaurante, así que no suele ser muy utilizado.
Menú corto y ancho
A diferencia del anterior, este tipo de menú está formado por un repertorio de tres platos con raciones más generosas. Esta alternativa comparte ciertas similitudes con una comida tradicional según la dieta mediterránea. Por tanto, no se recomienda en zonas turísticas con mayor presencia internacional.
Llegados a este punto, no hay duda de que ya eres conocedor de que un menú según su forma y diseño puede enmarcase en distintas tipologías. Estas meras composiciones pueden ser una fuente de rentabilidad para tu bar o restaurante. Así que, no esperes más, elige el óptimo para tu restaurante y empieza a exprimir tu negocio.
